
Es casi una tradición en el fútbol español acusar a los grandes de ser ayudados por los árbitros. En una sociedad polarizada, cuyo reflejo se ve en el deporte rey, los ‘anti’ y los ‘pro’ se acusan mutuamente de tener una mano negra para evitar que gane uno y otro.
Este año, en el que el Real Madrid ha dado la vuelta a la clasificación frente al Barcelona para ganar su 34ª Liga, el objeto que se han lanzado mutuamente ha sido el VAR.
La llegada del videoarbitraje al fútbol español venía a calmar las polémicas, o esa era su intención. Sin embargo, especialmente después del confinamiento cuando el conjunto blanco consumó su remontada, las acusaciones hacia el colectivo arbitral de ayudar al equipo madridista se sucedieron.